El sábado natacion

Intento recuperar el tiempo perdido, y para no bajar del plan de un día a la semana de piscina, voy el sábado. Son las 10:00 cuando me meto en la piscina, poca gente, en consecuencia se puede nadar bien. Procuro no contar las piscinas para no aburrirme mucho. Como siempre sucede los primeros compases son lentos y cansados. Me cuesta ir cogiendo el ritmo, pero procuro no pensar y evadirme un poco. Por primera vez los primeros quince minutos pasan volando. Los siguientes diez minutos estoy pendiente del reloj. El tiempo pasa muy lentamente.


A partir de los 25 minutos me siento bastante bien. Tenía pensado hacer 30 minutos, pero alargo hasta 35 minutos. Podrían ser más. Es una cuestión psicológica. Podría estar hasta cuarenta y cinco. La respiración es más sincrónica, y el ritmo de natación se hace constante.

Durante la prueba lo único que me molesta un poco son las lumbares. Es una señal de que tengo que reforzar lumbar, y por ende, los abdominales.

Acabo mis 35 minutos con unos estiramientos, primero en el agua. Luego fuera. En realidad no han sido suficiente, por la tarde tengo algo de tensión en los trapecios. Boby, tienes que estirar más.

Esta es la pinta de pitufo nadador

El día concluye con un Barça-Villareal aburrido y con resultado insulso. Un empate que solo hace feliz al Madrid, y a un Villareal en horas bajas.

Mañana tirada larga, la cama espera para recuperar fuerzas.