Mi primera maratón

Mi primera maratón
Maratón de Barcelona 2011

domingo, 15 de enero de 2012

La media de Sitges

La noche antes de un evento, de un viaje, o de un compromiso importante no duermo a pierna suelta. Quizás el miedo a dormirme me hace tener un sueño mas ligero. Me despierto varias veces por la noche y compruebo el reloj. Pero entre las dos o tres veces que me despierto, duermo profundamente, sueño, aunque no logro recordar en que.

Unos minutos antes de que suene el despertador hago la última comprobación. Son las 8:05 de la mañana. En el lavabo está la ropa colocada con todo detalle. Me aseo y me visto rápidamente. Me sobra tiempo y siempre me pregunto, ¿Por qué me levanto tan pronto?.

Salgo si hacer ruido de la habitación. Cojo la mochila, también preparada desde el sábado por la noche, y un plátano junto a un botellin de agua.

En el tenis nos encontramos con Julio, Julio el nuevo (así lo llama Alfonso), Jaume y Alfonso. Partimos para Sitges en dos coches, ya que Jaume después tiene que ir a Montserrat.

Nos perdemos en el camino de entrada a Sitges, pero nos rencontramos gracias a la tecnología de la telefonía móvil. Después de aparcar, vamos hacia la salida. Alfonso ha quedado con unos amigos en el Bar Sport. Nos saludamos. Nos vimos en el entreno de la semana pasada en la carretera de las aguas.

Nos vemos con Flavio, Helena, Jordi, y Josep, ellos han venido juntos y van hacer los 10 km casi todos, excepto Josep que va a por los 21 km. En la foto dos mas que supongo son amigos de Fla, pero en cualquier caso siempre son bienvenidos.


Los runners del tenis en la Media de Sitges

Antes de la salida voy con Alfonso al hotel Calipolis, allí he quedado con el amigo Xavier Navarro, y nos saludamos. El hará los 10 km y es un entusiasta de este deporte. Algún día lo animaré a distancias mas largas.  Lleva cámara y nos hace una foto a Alfonso y a mi. Parecemos una pareja de, bueno no se bien de qué, en Sitges.

De vuelta a la salida, para encararla con Julio, Alfonso, Flavio y coincidimos con la liebre de 1:50. Se llama Roberto, y es un tipo peculiar, pero un gran corredor.
Objetivo hacer 1:50 lo que supone ir a 5:13 de media toda la carrera. Me siento algo angustiado, me parece mucho, pero mis protestas no son aceptadas, la suerte esta hechada. "On y verá" pienso para mí.

Sin noticias de Xavier, Julio el nuevo y Jaume, ellos han hecho un calentamiento previo de 4 km.

Salimos y el ambiente es bueno, la temperatura ideal, fresca pero no fría. No hay humedad, y poco viento. Nos pegamos al tal Roberto que lleva un pequeño globo amarillo inflado con aire (la organización no está para gastar en Helio u otros gases nobles). Si a esto le unimos que es pequeño, como lo pierdas de vista, lo pierdes. Por lo tanto a no perderlo.

Los primeros 5 km transcurren bien, Roberto mantiene el ritmo y nos canta que vamos al ritmo adecuado. De momento las sensaciones buenas, pero bien la segunda parte con una larga recta, donde nos cruzamos los vendedores que suben con los que bajan. Aprovechamos para buscar a los compis. Fla pasa como una exhalación, el va a 10 km y a ritmo de acabar por debajo de 40´. Vemos a Xavier pero lo comento a Alfonso, va muy cansado. No vemos a Julio el nuevo ni a Julio (no le llamo el viejo para no ofender, pero es mayor que Julio el nuevo). Ni rastro de Jaume a pesar de que lo buscamos.

Al llegar al final de la recta bromeo con los Mossos, "por aqui se va a Sitges", naturalmente me dicen que sí. Encaramos la bajada y conseguimos descansar un poco. Nos acercamos a Sitges y reconocemos la zona donde hemos aparcado. Que alivio por lo menos sabemos donde tenemos el coche.

Alfonso se toma su primer gel, y vamos algo adelantados de nuestra liebre de 1:50, Roberto. Nos volvemos a encontrar en el paseo, y delante del hotel Calipolis debemos enfilar hacia la izquierda. Los runners de 10 km hacia la derecha, llegan a su fin.
El resultado es 10 km en 52:43´ estamos contentos, bien de forma y con ganas. La pregunta es ¿Qué pasará en los próximos 10 km?

En el km 11,5 yo me tomo el gel que me ha traído Alfonso. Realmente es energético y funciona muy bien, lo noto enseguida. Está claro que la cafeína que lleva te da un plus que te anima y recuperas entusiasmo.

Seguimos a Roberto que por momentos se acelera. Le vamos dando conversación para que no se nos embale. Tiene unos biceps y unas piernas muy musculadas, y ha bebido poco. Le pregunto que cual es la distancia máxima que ha recorrido. Responde que 170 km en unas 50 horas en una travesía por Andorra, creo recordar. Le gustan las carreras de resistencia de larga distancia y ha tenido el privilegio de correr con Kilian Jornet. Para Roberto un día de entreno son 20 km y dos horas de gimnasio, como mínimo 4 o 5 veces por semana.
Ahora lo entiendo, hacer de liebre de 1:50 es un paseo.

Enfilamos nuevamente la recta en subida entre los km 14-16. Vamos en cabeza, con Roberto y Alfonso me tiene que avisar que no me acelere. Las subidas me motiva y hacen que eleve el ritmo.

Hoy aprendemos que para subir hay que oscilar mas fuertemente los brazos, los brazos mueven las piernas y las piernas el cuerpo. Es simple, sencillo y sorprendente. Además funciona.

Al final de la recta, vuelvo a preguntar a los Mossos que donde está Sitges, que no lo encuentro. Amablemente me dicen que hacia abajo. Espero por lo menos sacarles una sonrisa. Tanta horas de plantón viendo pasar corredores tiene que ser de lo más tedioso.

En la bajada Roberto la liebre lleva un ritmo más suelto. Alfonso se pica en su orgullo y comienza a apretar para intentar alcanzar a Julio. Le digo que es imposible, nos lleva unos 4 minutos, pero se engaña a si mismo diciendo que son nada, unos metros.

Comenzamos a subir el ritmo y nos ponemos en 4:30. Le digo a Alfonso varias veces que baje el ritmo, que se cansará, pero el insiste. Me mantengo a su lado haciendo bromas mientras nos cruzamos con otros conocidos de Alfonso. En el km 18 me pide el gel que llevo de reserva. Lo compartimos con un trago de agua (siempre conservo la botella unos 5-7 km). Aunque vamos muy rápido me siento bien, pero Alfonso comienza a notar los primeros síntomas de que hemos acelerado muy pronto.

Unos metros más adelante nos encontramos a Jaume. Buen ritmo de paso, pero va muy cansado para seguirnos. Intentamos animarle, pero los 4 km previos tienen un peaje y se nota en sus pasos, en sus hombros y en su cara.

Voy  muy bien. Lo se por que voy haciendo bromas, increpando a Jaume, incitando a Alfonso. En el camino veo un corredor con una camiseta de Qualigen (medicamentos genéricos). No lo conozco, pero el muchacho va como Jaume, un poco arrastrado.

Le doy una vuelta. Alzando la voz, digo: Alfonso, que no nos pasen los genéricos, no puede ser. Me mira sorprendido. Le digo que le vamos a pasar, que somos más rápidos los de medicamentos de marca. Aprovecho para darle recuerdos a Xavier Mercader. Me dice que no sabe quien es. El Director General Exclamo. A vale, no le conozco. Bueno, dale recuerdos de SALVAT, de Costillas.

Esta conversación le motiva, y sale como una flecha. Es increíble como la fuerza para superarse a uno mismo no sale de los músculos. El chico cambia la forma de correr como movido por un resorte. Que cambio.

Entramos en las callejuelas de Sitges y en la primera subida vuelvo a ser yo. Acelero, oscilo los brazos. Aumento la distancia de zancada. Voy superando corredores y mi ritmo es de 4:00 de media, con alguna punta por debajo.

En el paseo entramos con fuerza y a 500 metros de la llegada paso al de Qualigen, ahora ya no me valen mis tretas para que tire me deja pasar. (creo que decide que no merece la pena sufrir más de lo necesario).

Por fin dejamos el Calipolis a la izquierda y entramos en la meta. El reloj marca 1:47:51. Mi crono registra 21,30 km, pero no vamos a discutir por eso.

Alfonso llega un minuto más o menos después y Jaume consigue 1:50:57.

Ha sido una buena cursa. Me he sentido bien, muy bien, y se nota la semana de entreno.

Después una lamentable hora de cola para recoger la bolsa. Fallo importante en la organización que nos exaspera a todos, pero que nos tomamos con calma.

Al final baño de cintura para abajo de Alfonso y mio en la playa. El agua esta helada y cuesta mantenerse mas de unos minutos. Entro y salgo varias veces, lo cual relaja enormemente la musculatura.

Vuelta al coche, vuelta a casa. Antes toca cambiarse, nuevamente striptease callejero. Nada interesnante que ver.


La conversación, gira en torno a técnica de depilación, que método es mejor, como hacerlo, y la experiencia de Alfonso en estas lides. En otro contexto, esta conversación de cuatro hombres, volviendo desde Sitges podría llevar a confusión. Afortunadamente es solo eso, una de los hábitos del mundo del runner.

La tercera semana llega a su fin. Ha sido una buena semana de entreno. El lunes comenzamos de nuevo.

El cuerpo fuerte, la moral alta, y el programa se cumple.
Ganamos fuerza, ganamos confianza


La entrada en Sitges es más animada, gente en las estrechas aceras anima y nos acercamos al ecuador de la prueba, pasamos los 10 km a 53:56´.

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