la tirada larga, esta vez en viernes

Me pilla Alfonso desprevenido, el no puede hacer la larga el domingo, yo no puedo el sábado. Por que no el viernes a la tarde.

Ni corto ni perezoso, nos vemos en el tenis a las 16:30, agua, geles y la esperanza de afrontar los 30 con suficiente energía.

El plan es salir, subir hasta plaza Mireia y correr toda la carretera hasta llegar al kilómetro 15, después es fácil a desandar lo corrido.

Hace sol, la temperartura es buena, algo fresco el viento, pero es una buena hora para correr, quizás demasiado pronto.

Salimos a ritmo suave y superamos los 5,6 km hasta plaza Mireia a un ritmo moderado, vamos charlando y estamos animados.

Foto Roby y Alfonso en Plaza Mireia, primer avituallamiento de la tirada larga

Después de superar la subida hasta el puente de madera seguimos corriendo más relajados, ahora es fácil, es llano o una ligera bajada. La carretera esta poco transitada y es un placer correr con el skyline de barcelona. En el km 10 hacemos 59:37 a un ritmo de 5:58, no está nada mal  si tenemos en cuenta las pendientes para subir a Pza Mireia.

Los siguientes 5 km siguen sin más problemas y marcamos un tiempo de 27:38 y un ritmo de 5:31, esto nos lleva al final de la carretera. Hemos llegado a la  mitad de la prueba.

Curiosamente los siguientes 5 km clavamos el crono en 27:38 y 5:31, un ritmo muy bueno. Hacemos una pequeña parada para agua y otros menesteres menores.

Encaramos el último tramo que dividimos en trozos, primer objetivo Pza Mireia. Las piernas pesan y el ritmo en cansino, pero llegamos bastante bien, aunque la última bajada desde el puente de madera, es un presagio de lo que será la bajada.

Avituallamiento y rápidamente para abajo. Después de 25 kilómetros la bajada es un tormento que se hace interminable.

Se agradece volver al asfalto y el siguiente hito es el caprabo de Sant Just. LLegamos bien, incluso la subida es relajante después del castigo en las piernas de la fuerte bajada.

El trozo hasta la gasolinera, siguiente etapa transcurre bien, incluso nos aceleramos un poco. Por fin la bajada y el último kilómetro y medio. Llegamos al tenis clavando el crono de los 30 kilómetros.

la última tirada larga de marzo

Estamos cansados, muy cansados, pero por fin se ha superado el segundo reto. Creo que hemos sacado la conclusión de que el ritmo de maratón debería ser de 5:30 inicialmente. Abandonamos la idea de un 5:13 y buscar el crono.

Queda la última semana de bajada de intensidad, y la definitiva antes de la prueba.

Se acerca el gran momento.